(Por Marco Henríquez, jefe de operación social territorial de Hogar de Cristo)
La Fundación Hogar de Cristo en Curicó, está de cumpleaños.
Hace 35 años, se pusieron los cimientos de una institución que hoy enfrenta a nuevos desafíos: ¿Qué deudas siguen vigentes? ¿Cuáles son los nuevos rostros de la pobreza en nuestra región? ¿Qué Hogar de Cristo para este nuevo Maule?
En nuestra región, existe una pobreza oculta, semi rural y alejada de cualquier centro de ayuda. En nuestro territorio existen localidades alejadas de los servicios y comunas, donde hay personas en situación de calle que no cuentan con un albergue, hospedería o residencia. Para qué hablar de Curicó, donde nuestra Hospedería tiene capacidad para acoger a sólo 35 de las 366 personas que viven sin un hogar.
Sabemos que el surgimiento de ONGs y albergues de invierno que también acogen a personas en situación de calle y con quienes sumamos fuerzas en este camino, no son suficientes. Trabajar en comunión con Municipios y organizaciones diversas ha sido un gran regalo en estos 35 años, pero es tiempo de generar mayor innovación, pero con la convicción de que el trabajo comunitario es primordial.
El rostro de la pobreza ha cambiado: la mala conectividad, la baja escolaridad, la brecha digital, la precariedad de la vivienda, la migración de los jóvenes a las grandes urbes, la escasa atención de salud física y mental, dibujan un paisaje muy propio en cuanto a los porqués de la pobreza en Maule.
Este panorama demanda respuestas novedosas y adaptadas a la realidad regional. Es hora de que las autoridades, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales abracen perspectivas de desarrollo innovadoras y ajustadas a nuestro contexto. Como reza el adagio popular: «Insensato es repetir las mismas acciones y esperar resultados distintos».
Me refiero a políticas públicas innovadoras, como Vivienda Primero, presente en Santiago, Concepción y Osorno, que hasta ahora ha beneficiado a casi 540 personas en situación de calle en todo el país. Esa es, sin duda, una de las políticas públicas más innovadoras que se han aplicado nunca en Chile, porque entrega justamente un techo sin pedir nada a cambio a mujeres y hombres con más de 5 años a la intemperie y de más de 50 de edad.
¿Qué estamos esperando para que Vivienda Primero llegue a Maule? Es tiempo de promover soluciones reales y permanentes a las personas que atendemos; no queremos transformar las ayudas en asistencialismo que impida a las personas ponerse de pie por sí mismas.
Por eso, Hogar de Cristo no solo celebra un cumpleaños, sino que también marca un nuevo punto de partida.