Por: Rubén Albornoz Roco, Psicólogo, Fundador y Director Académico de ADIPA.
A partir del sábado 7 de septiembre, Chile dará la bienvenida al horario de verano, adelantando los relojes una hora a las 00:00 horas. Esta medida, que estará vigente hasta abril de 2025, busca maximizar la luz solar disponible. Sin embargo, el cambio también plantea desafíos para nuestro bienestar físico, mental y emocional.
“El adelanto de una hora impacta directamente en nuestro ciclo circadiano, el reloj interno que regula las funciones biológicas a lo largo del día. Este desajuste puede desencadenar trastornos del sueño, dificultando conciliar el sueño en el nuevo horario y provocando una sensación de fatiga durante los primeros días. Además, la adaptación al nuevo ritmo puede causar irritabilidad, cambios de humor y dificultades en la concentración. Para muchos, los síntomas pueden recordar al jet lag, con somnolencia diurna y un sueño nocturno menos reparador”, explica el Psicólogo Clínico Rubén Albornoz Roco que además es Fundador y Director Académico de ADIPA.
Agrega además que “la transición al nuevo horario no es inmediata; el cuerpo necesita tiempo para ajustarse a la nueva rutina. Este cambio puede afectar el rendimiento físico, reduciendo la energía para las actividades diarias. Para facilitar la adaptación, es recomendable iniciar un ajuste gradual en la rutina de sueño días antes del cambio, acostándose y levantándose 15-20 minutos más temprano cada día. Aprovechar la luz solar matutina es clave para regular el ritmo circadiano, favoreciendo un sueño más reparador”.
Desde ADIPA indican además que mantener horarios regulares para las comidas, el ejercicio y otras actividades también contribuye a una adaptación más rápida al nuevo huso horario. Asimismo, es crucial moderar el consumo de cafeína y alcohol, especialmente antes de dormir, para no interferir con el ciclo circadiano.
“El cambio al horario de verano no sólo trae beneficios como el mayor disfrute de la luz solar y la posibilidad de realizar más actividades al aire libre, sino que también contribuye al ahorro energético. No obstante, la adaptación no es igual para todos, y quienes experimentan dificultades para ajustarse al nuevo horario pueden ver comprometida su salud y bienestar, sobre todo en términos de descanso y calidad de vida”, concluyó el Director Académico de ADIPA, Psicólogo Clínico Rubén Albornoz.