Por: Alejandra Alarcón, nutricionista, explica por qué es mejor volver a una alimentación balanceada y descartar las dietas extremas.
¿Es necesario?
Este año, las celebraciones se extendieron por cinco días, lo que elevó el consumo de grasas saturadas, alimentos procesados y alcohol. En este contexto, es común que las personas busquen soluciones rápidas para “limpiar” el organismo, como los populares “détox”. Pero ¿realmente son beneficiosos?
“Este tipo de estrategias, aunque puedan aportar vitaminas y minerales, no promueven una alimentación balanceada ni ayudan a bajar de peso de manera efectiva”, comenta Alejandra Alarcón, nutricionista del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes.
¿Qué es lo más recomendable?
Lo más recomendable tras un exceso de carnes rojas, alimentos procesados y alcohol es volver a la rutina diaria lo antes posible. Idealmente, con comidas más saludables como pescado, legumbres, frutas y carnes blancas. “Si antes no se llevaba una dieta equilibrada, este es un buen momento para comenzar una, reduciendo las grasas saturadas en el menú”, añade la nutricionista.
Otra práctica común es reducir drásticamente la ingesta calórica durante uno, dos o tres días, basándose principalmente en ensaladas sin proteínas. Sin embargo, esta técnica no trae beneficios, no es saludable y no es sostenible en el tiempo.
Estas estrategias erróneas pueden causar diversos síntomas en el organismo, tales como:
- Deficiencia de nutrientes
- Problemas gastrointestinales
- Deshidratación
- Fatiga
Además, muchas personas también tienden a reducir la frecuencia de las comidas. Frente a esto, Alarcón advierte: “El metabolismo se ralentiza, pudiendo generar el efecto contrario al que se busca”. Además, subraya: “No hay evidencia científica que respalde estos métodos, por lo cual no son recomendables y mucho menos sin supervisión médica”.