Un incendio registrado durante la noche del domingo destruyó por completo una vivienda al interior de la toma “Nuevo Puerto Príncipe”, ubicada junto a la población Dragnes, en el sector surponiente de la ciudad.
El siniestro, que movilizó a varias compañías del Cuerpo de Bomberos de Curicó, puso nuevamente sobre la mesa la preocupación por los riesgos asociados a este campamento ilegal, levantado en 2021 por un grupo de más de un centenar de ciudadanos haitianos.
Según los primeros antecedentes, las llamas se habrían propagado con rapidez debido a las condiciones precarias de las construcciones y la falta de red de agua formal, lo que dificultó el control del fuego. No se reportaron personas lesionadas, aunque las pérdidas materiales fueron totales.
Vecinos del sector manifestaron su inquietud ante la posibilidad de nuevos siniestros, señalando que las instalaciones eléctricas irregulares y la alta densidad de viviendas representan un peligro constante.
Autoridades locales, como el Delegado Presidencial Provincial, José Patricio Correa coincidieron con este sentir de la comunidad, ya que dijo, «no estan las condiciones» para que esta toma continue, calificando la situación como «polvorín», producto que las viviendas están «colgadas» del sistema eléctrico, los accesos no son los adecuados para el ingreso de los organismos de emergencia, las viviendas son de material ligero, a lo que se suman las quemas de basuras en el lugar y las altas temperaturas que se estan registrado, entre otros factores de riesgo.
Lo anterior fue complementado por el comandante de bomberos de Curicó, Luciano Moraga, quien precisó que la emergencia evidenció nuevamente «que se está frente a un punto rojo en cuanto seguridad, los riesgos son muy altos y si a eso le agregamos que la población flotante de la toma aumentará, como ocurrió el año pasado, con la llegada de extranjeros (bolivianos) que llegan por los trabajos agrícolas de temporada, entonces allí tenemos un lugar de alto riego para las personas».
