“La participación es fundamental. No sólo en las elecciones, sino también en la construcción de nuestra sociedad. Por eso, el llamado es a participar con alegría y con la convicción de que vamos a construir una mejor ciudad”, señaló Díaz
Qué duda cabe que el ambiente social de nuestro país era un polvorín a punto de estallar. Y eso fue lo que ocurrió el 18 de octubre de 2019, un momento donde se expresó el descontento en las calles por las desigualdades que la gran mayoría de las personas vive a diario. Fue un momento donde se puso en entredicho a la clase política y a sus autoridades. Luego, se sumó la crisis sanitaria y económica traída por la pandemia que ha asolado al mundo. En este ánimo social, liderar una institución era, por decir lo menos, complejo.
Además, en este entorno, hoy estamos próximos de una nueva encrucijada, donde el país elegirá a quienes redactarán una nueva Constitución, pero también a sus gobernadores, a sus alcaldes y concejales. Y aunque ninguna elección es simple o poco importante, quizás por la misma lógica de las incertidumbres, la autoridad que hoy parece más relevante para la comunidad es la del alcalde. Un cargo que, actualmente, juega el rol de “primera línea” en la conexión con las personas, protegiéndolas de la vulnerabilidad y apoyándolas en sus demandas.
Juan Carlos Díaz Avendaño es el actual alcalde de Talca y hoy se encuentra postulando a la reelección por otro periodo de cuatro años. Su experiencia como funcionario municipal es relevante; quizás es eso lo que le ha permitido navegar las aguas de la inestabilidad social y económica que afecta a los talquinos.
¿Ha sido tan difícil, como parece, ser quién lidera la comuna en el escenario que estamos viviendo con estallido social y pandemia?
“Quiero decirle que el líder heroico, prototipo del siglo XX, que promovía el autoritarismo, la resolución de órdenes y el mecanicismo, ha dado paso a otra forma de relaciones en donde la jerarquía sigue siendo necesaria en determinadas situaciones, determinadas personas y ciertos temas, pero con un abanico de capacidades mucho más amplio, que enriquece el liderazgo para administrar estas nuevas situaciones que ofrece el panorama actual.
Para lograr eso, un primer paso es centrarse más en el ‘cómo’ y dejar de dar tanta importancia al ‘qué’. La gente sabe lo que necesita, pero no sabe cómo lograrlo. Es ahí donde los expertos marcan el nuevo rol del líder, y es ahí donde yo me estoy concentrando. Mi equipo y yo trabajamos siempre en la lógica de entender las necesidades de la gente y buscar ese cómo… ahí está mi diferencia. Y creo que, viendo así, hemos avanzado considerablemente en el desarrollo de Talca”.
En la elección pasada usted obtuvo el 44.65% de las preferencias (24 mil 69 votos) y calificó como “muy dura” la campaña que debió enfrentar. ¿Por qué afirmó eso?
“En esa ocasión se abusó de las descalificaciones personales y yo no creo en esa forma de hacer política. No me interesa que me elijan porque los demás son más malos que yo; quiero que mis vecinos y vecinas voten por mí porque creen en mis capacidades y en mi proyecto de ciudad. Si puedo decirle que hoy estoy tranquilo. Sé que hemos hecho un excelente trabajo y los talquinos pueden sentirlo todos los días. Claro que queda mucho por hacer. De eso no cabe duda. Hay que lograr condiciones de mayor justicia social, potenciando la malla de contención que, como municipio, estamos construyendo. A fin de cuentas, con nuestro trabajo y con una nueva Constitución que garantice los derechos humanos básicos de la gente, dignificándola, estoy seguro que podremos seguir avanzando en este camino que ya comenzamos para hacer de Talca un mejor lugar para vivir”.
¿Cree que la nueva Constitución influirá sustancialmente en la vida de las personas?
“Creo que el ejercicio democrático que desarrollaremos como país es importantísimo y si nos equivocamos, nos equivocamos todos. La Constitución será la conclusión de un proceso en el que participaremos todos y que no harán cuatro señores a puerta cerrada. Es importante que las personas asuman un rol importante en la toma de decisiones que, a la larga, terminan afectando sus vidas. Pienso que tenemos una gran oportunidad como país para corregir las inequidades de nuestra sociedad”.
Ese es un desafío país, pero volviendo a Talca, ¿cuál cree que es su próximo desafío? ¿Qué le quedó pendiente, alcalde?
“Talca se encuentra atravesando fenómenos que ponen en la palestra la necesidad de reorientar los esfuerzos políticos en pos de un modelo democrático que integre a la heterogeneidad de las demandas sociales actuales. La explosión social de octubre de 2019 fue el síntoma de un descontento que, como clase política, no supimos ni entender ni atender. Creo haber comprendido esto a tiempo y rápidamente convocamos a la ciudadanía a expresar sus demandas en la Consulta Ciudadana de diciembre de ese mismo año.
La respuesta a ese llamado fue importante para nosotros. 34 mil personas se pronunciaron en esa ocasión, lo que nos permitió armar una agenda social que respondía a sus principales requerimientos. Estoy seguro que hay muchos más y estamos estructurando procesos constantes que tiendan a escuchar a la gente. No dejaré de escuchar a mis vecinos y vecinas. Y con eso en mente podremos mejorar la calidad de vida de todos ellos, entregándoles mejor salud, mejor educación, más seguridad… En fin, todo lo que hará que su desarrollo como seres humanos sea pleno.
Hoy yo tengo un sueño que quiero hacer realidad junto a toda la comunidad. He trabajado y seguiré haciéndolo para que Talca sea una ciudad más amable, construida a escala humana, una ciudad más sensible que propenda a la felicidad de todos sus habitantes. Ese es el qué. Y, humildemente, creo haber demostrado que sé el cómo”.
¿Y este “cómo” que usted señala, qué implica?
“Un buen ejemplo de lo que le digo tiene que ver con los conversatorios desarrollados con la Comunidad Educacional para definir la forma en que regresaríamos a clases este 2021 y, además, definir la real dimensión de la brecha digital que afecta a nuestros estudiantes y profesores. Lo primero es determinar el problema y analizarlo a cabalidad. Pero lo que hicimos luego fue conversar con la comunidad, involucrarla en la decisión, escucharla y hacerla participar. Esa participación se tradujo en algo concreto. No fue hablar por hablar.
Lo que hicimos fue tomar acciones que iban en beneficio del segmento afectado, pero poniendo atención en lo que ese mismo segmento nos decía. Nos reunimos con profesores, técnicos de la educación, padres, apoderados y alumnos. Y luego de eso, considerando sus necesidades y opiniones, actuamos para resolver el problema. Así es como pienso debemos seguir trabajando. Ese es el cómo. De cara y de la mano de la comunidad”.
¿Cree que las personas entienden esta forma suya?
“Estoy seguro que sí. Cuando hicimos la Consulta Ciudadana las personas nos indicaron cuáles eran sus prioridades y, cuando fuimos concretando cada uno de los proyectos, la recepción fue muy positiva.
Cuando le entregamos a la comunidad el nuevo sistema gratuito de transporte para adultos mayores y personas con discapacidad, integrada por una flota de buses eléctricos que importamos específicamente para eso, los vecinos nos hicieron saber que sentían que estábamos haciendo las cosas bien. Lo mismo ocurrió cuando defendimos sus derechos ante la autoridad central cuando luchamos por conseguir condiciones ventajosas para la ciudad, con la construcción del bypass. Eso se verá pronto, cuando las obras de mitigación mejoren la conectividad de Talca.
Son cosas concretas que van en beneficio de los vecinos y vecinas, mejorando su calidad de vida de manera real y cotidiana. Y puedo seguir… el Parque Río Claro, las seis farmacias Junto a Ti que ya están funcionando en todo Talca, la clínica, farmacia y vacunatorio móviles, las nuevas casas de la Mujer y del Adulto Mayor. Todas estas obras que le nombro, apuntan a mejorar la salud, la educación, las condiciones de vida de las personas. A la larga, a transformar Talca en una ciudad más amable, más sensible, más humana”.